Cuando el dueño nos enseñó el piso que había comprado, era un despacho de abogados con 5 oficinas, un baño anticuado, una cocina muy simple y un patio que se utilizaba como trastero.

Al estar pensado como alojamiento turístico, decidimos tirar todos los tabiques de los 3 despachos de la parte de la entrada así como las paredes delanteras de la cocina, para dejar una cocina-comedor en un único espacio abierto y multifuncional en el que poder disfrutar comodamente de la estancia. 

Asímismo se reformó el baño que estaba muy deteriorado y se le dió un nuevo aire al patio, que hasta ese momento estaba olvidado, pero que pensamos que vendría muy bien en el verano para poder tomar algo aprovechando del buen clima de la ciudad. 

Respecto a la decoración apostamos por un estilo industrial, aunque sin perder de vista los toques calidos de la madera y el rattán, para conseguir que los huéspedes se encuentren con una vivienda práctica pero que a la vez consiga que se sientan como en casa, cuando están lejos de su hogar.